El salteado es una de las técnicas de cocción más utilizadas en la cada vez más de moda cocina asiática. Con esta técnica se pueden mezclar diferentes verduras y carnes obteniendo una infinidad de nuevos y maravillosos sabores que provocarán toda una explosión de texturas en su paladar.
Siguiendo unos sencillos consejos conseguirá platos similares a esos tan admirados en los restaurantes de comida oriental donde el dominio de esta técnica milenaria de cocción, llamada salteado, se convierte en todo un arte.
El salteado consiste en freír con poca aceite (preferiblemente de girasol o vegetal) y a temperatura elevada sin dejar de remover los ingredientes continuamente. La herramienta estrella en cualquier salteado que se precie es la tradicional sartén asiática conocida como wok. El uso de una buena wok es una de las claves fundamentales para conseguir un sabor similar al de un restaurante asiático. Al ser más profunda que una sartén convencional, la wok permite que al remover los ingredientes estos pasen de la parte más profunda y caliente a los laterales que están un poco más fríos y con eso se consigue que la comida ni se queme ni se pase. Además, la wok fríe más rápidamente que una sartén profunda con lo cual los ingredientes se consiguen un acabado más crujiente.
Igualmente importante para conseguir una verdadera técnica de salteado, es mover los ingredientes constantemente con el objetivo de conservar el sabor, textura y color de los mismos.
Cuando se saltea, se ha de tener en cuenta que se deben preparar los ingredientes con antelación, lavándolos, cortándolos y separándolos en diferentes cuencos o platos dependiendo del tiempo de cocción necesario para cada uno de ellos. Así, verduras como judías verdes o zanahorias, que necesitan más tiempo de cocción, se añadirán antes que aquellas que necesiten menos cocción como tomates o guisantes.
La carne de cerdo, vaca o pollo ha de cortarse en pequeños y finos trozos que requieran poco tiempo de cocción. Con el fin de que la carne no se queme o cocine en exceso, es necesario bañarla en caldo de pollo o caldo de carne, salsa de soya, salsa de chile, harina de maíz, azúcar marrón, vino tinto o blanco o jerez seco. El ingrediente o ingredientes en los que se aliñará la carne, depende del gusto personal del cocinero y el sabor final que se desee conseguir. Para obtener más sabor, es aconsejable dejar la carne en el caldo o salsas durante alrededor de una hora.
Finalmente, para darle el toque oriental final no olvide añadir un poco de salsa de soja o de chile, tan típicas de la cocina asiática. Aunque a priori esta técnica pueda sonar difícil, nada más lejos de la realidad. ¡Pruébelo y lo comprobará!
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