¿Notaste que después de preguntarte cómo se llama tu guagua y cuanto pesó, enseguida viene la pregunta sobre si duerme o no toda la noche? Evidentemente, toda persona que ya es padre sabe que este tema puede ser uno de los más difíciles para una mamá reciente.
Todos necesitamos dormir. Tú, tu marido y el guagua necesitan sus horas de sueño, ¿Quién puede negarlo? Pero no debemos olvidar por eso que para el recién llegado dormir no es algo tan natural como parece. No permitas que este tema se convierta en una obsesión, o que sea vivido por ti y tu pareja como una falta.
En primer lugar porque es lo más normal del mundo que una guagua que tiene menos de seis meses no duerma toda la noche y más aun, que presente serias dificultades para conciliar el sueño. Ponte en su lugar y piensa que ha estado viviendo de una manera muy diferente cuando estaba en tu barriga y que ahora debe estar haciendo un esfuerzo muy grande para realizar las cosas más sencillas: respirar, dormir, alimentarse, lidiar con el hambre y los cólicos, con la piel de los otros, con la propia, etc.
A veces el guagua llora porque necesita que lo acaricien, que lo levanten un poco y lo ayuden a reencontrarse consigo mismo y el entorno. Otras veces la guagua se despierta a la noche con el fin de constatar que todo está igual como estaba antes de dormirse.
Si se durmió con mamá, querrá estar con mamá de nuevo.
A veces se despierta con hambre y otras por algún dolorcito en la panza. Las teorías que dictaminan que hay que dejar llorar a la guagua dos o tres noches seguidas hasta que aprenda, hoy no tienen tanta aceptación entre los especialistas. Especialmente para las guaguas más pequeñas. Los hábitos de sueño se pueden inculcar, pero con ternura y naturalidad.
Fuente: Huggies