Embarazo psicológico: Cuando la mente engaña con la posibilidad de ser madre Parte II

Los síntomas: qué experimentan las víctimas del “embarazo fantasma”

Las mujeres afectadas por esta condición “presentan una constelación de síntomas que desorientan incluso a experimentados profesionales. No sólo creen fervientemente que están embarazadas, sino que además presentan síntomas que respaldan sus afirmaciones, como el cese de la menstruación, agrandamiento abdominal, náuseas y vómitos, crecimiento de los senos y antojos de comida”, detalló el New York Times.

A éstos, se suman otros como el crecimiento del útero, los mareos matinales, la producción de leche, e incluso dolores propios del parto en su “término” -cercano a los nueve meses de la gestación psicológica-, según detalló la Enciclopedia Británica.

Otro indicio de acuerdo a Paul Paulman, especialista familiar del Centro Médico de la Universidad de Nebraska-Lincoln (EEUU) consignado por el ‘Times’, puede ser el test de embarazo de algunas pacientes que, sin estar en dicho estado, arroja “positivo”.

Pese a estos síntomas, aclaró el experto, existen algunos que diferencian un estado real de gravidez con uno falso.

“Todos los signos y síntomas del embarazo se han manifestado en estas pacientes, a excepción de tres: no se escuchan los latidos del corazón del feto, no se ve el feto en la prueba de ultrasonido y no se efectúa un parto”, enfatizó Paulman.

Cómo combatir el falso estado de gravidez

Si bien no existe ningún tratamiento prescrito que pueda ayudar a la mujer a superar este trastorno, los especialistas explican que la solución está en convencerse de que no existe un embarazo. Esto, hará que los síntomas desaparezcan y les permitirá a las afectadas retomar su vida habitual.

Así lo explicó Abraham Rosero, psicólogo clínico del Centro Médico DarSalud de Providencia, quien agregó que en caso de que una mujer sienta los signos del embarazo, lo primordial “es buscar la confirmación del estado, porque si las pruebas caseras dan negativo, el siguiente paso es hacer un examen clínico hasta llegar a un diagnóstico diferencial de embarazo psicológico, que puede quedar constatado en un examen ecográfico”.

Ante ello, lo recomendable según el experto es que tras darse cuenta de su estado la paciente se someta a terapias de apoyo, de modo de minimizar las complicaciones que puedan surgir en su estado de ánimo.

Precisamente, la familia y la pareja tienen vital importancia en este proceso, dado que es una situación delicada que requiere una sensibilidad especial para sacar adelante a la afectada.

“Una vez que se conozcan los antecedentes que produjeron el embarazo psicológico, se podrá intuir qué consecuencias podría tener la paciente. El médico puede proponer una evaluación psicológica que la ayude a manejar las presiones y las ansiedades, para de esta forma revertir la situación”, determinó Rosero.

Por último, cabe indicar que pese a lo señalado por ciertos especialistas en el tema, los propios profesionales reconocen que aún quedan múltiples investigaciones psicológicas y biológicas pendientes, de modo de esclarecer con mayor precisión las diferentes aristas de la pseudociesis.

Fuente: www.biobiochile.cl