La pérdida de un ser querido es uno de los acontecimientos más estresantes de la vida y puede producir una crisis emocional importante. Tras la muerte alguien que amas, experimentas una etapa dolor que recibe el nombre de duelo.
Puedes sentir una amplia gama de emociones, incluso cuando la muerte se esperaba.
Muchas personas dicen experimentar una etapa inicial de entumecimiento emocional en la que apenas sienten nada tras conocer la noticia de la muerte, pero no existe un orden dado en el proceso del duelo. Algunas emociones que una persona puede sentir son las siguientes:
-Negación
-Incredulidad
-Confusión
-Chock
-Tristeza
-Añoranza
Rabia
-Humillación
-Desesperación
-Culpa
El duelo y el dolor
Recuerda que asimilar completamente el impacto de una pérdida importante requiere su tiempo. Nunca dejarás de echar de menos a esa persona, pero el dolor disminuye con el tiempo y permite que continúes con tu vida. Estas emociones son normales y comunes ante la pérdida. Puede que no estés preparado para la intensidad y la duración de estas emociones o la rapidez con que tu estado de ánimo puede cambiar. Puedes incluso comenzar a dudar sobre la estabilidad de tu salud mental. Pero ten presente que estas emociones son sanas y apropiadas y te ayudarán a afrontar tu pérdida.
No es fácil seguir adelante tras la muerte de una persona amada. El duelo es el proceso natural que atraviesas hasta aceptar una pérdida importante. Puede incluir las tradiciones religiosas que honran a los muertos o reuniones con los amigos y la familia para compartir la pérdida. El duelo es algo personal y puede durar meses o años.
La aflicción o dolor que sientes es la expresión exterior de tu pérdida. Este dolor puede expresarse física, emocional, y psicológicamente. Por ejemplo, llorar es una expresión física, mientras que la depresión es una expresión psicológica.
Es muy importante permitirse la expresión de estas emociones. A menudo, la muerte es un tema que se evita, se ignora o se niega su existencia. Al principio puede parecer útil distanciarse del dolor, pero no puedes evitar sentir el dolor durante mucho tiempo. Algún día esas emociones necesitarán ser resueltas o, de lo contrario, pueden llegar a causar una enfermedad física o emocional.
Fuente: www.cepvi.com