Hoy les traemos una solución para los espacios pequeños, que a pesar de ser bastante obvia no siempre tenemos en cuenta. Se trata de los espejos, un elemento bastante imprescindible dentro de la decoración, una pieza clave que debemos saber emplear para conseguir los efectos que deseamos. ¿Y qué efectos pueden darnos los espejos? Pues para empezar mayor amplitud en los espacios, más profundidad si se trata de habitaciones reducidas y, mucha más luminosidad al captar la desde todos los ángulos.
Evidentemente tenemos que tener en cuenta también la forma del espejo, y es que en la actualidad el abanico de posibilidades es infinito. Redondos, cuadrados, alargados, con marcos, sin marcos, de pie etc. Ante todo veamos nuestras posibilidades, y no caigamos en el error de pensar que cuanto más grande sea el espejo mayor amplitud nos dará, pues en ocasiones un espejo de tamaño medio puede dar mejores resultados sin recargar demasiado el ambiente.
Lo ideal es colocar los espejos frente a paredes decoradas, ya que al reflejarse podría dar sensación de vacío y frialdad.
Si contamos con armarios con puertas de cristal podemos optar por poner espejos en el fondo, y es que estos lograrán crear un efecto tridimensional en los objetos que coloquemos en las repisas, algo que aportará a nuestra estancia un toque muy particular.
Fuente: www.estiloydeco.com