Seguro que más de una vez hemos encontrado en el contenedor de la basura o en la calle una puerta vieja que alguien ha tirado. Quizá nosotros mismos no sepamos qué hacer con ellas cuando hemos cambiado de carpintería interior. Pero lo cierto es que existen un gran número de opciones para reciclar nuestras puertas viejas. Simplemente debemos echarle imaginación, como siempre, y mucha paciencia.
Entre la gran multitud de objetos que se nos ocurren, podemos destacar por ejemplo el uso de estas puertas como cabecero alternativo de nuestra cama. La idea podría ser buena si se trata de puertas viejas que podemos barnizar y dar un toque decapado de lo más clásico, o quizá simplemente prefiramos darles un tono fuerte para resaltar.
También es posible realizar calendarios o usarla como corcho para colocar en nuestro despacho. Y es que añadiendo pizarra o corcho en los huecos pertinentes nuestra puerta nos servirá como un excelente marco para ese tipo de objetos de despacho. Esta opción proporciona un toque rústico que, dependiendo de nuestra decoración, puede quedar muy bien.
Otra idea que nos ha gustado mucho es la de agenciarse un número determinado de puertas (con 3 podría bastar) y disponerlas todas a modo de biombo, puede ser una opción original para dividir los espacios dentro de nuestra casa. ¿Y qué mejor objeto para dividir espacios que una puerta?
Por último, y no menos importante, también nos encanta la idea de utilizar estos elementos viejos para realizar mesas. Y es que nadie puede negar que sea de lo más original tener un pomo encima de una mesa a la hora de tomar café.