Durante el primer vida del bebé, su principal necesidad consiste en establecer un ritmo respiratorio regular y constante y dominar funciones como el llanto, el estornudo, la tos, el bostezo y todo aquello que le pueda suponer un esfuerzo al pequeño.
Los cinco sentidos del bebé en su primer mes de vida se encuentran preparados para recibir estímulos y procesar informaciones básicas, que más tarde se irán desarrollando.
El físico del bebé en su primer mes de vida
La cabeza del bebé es grande y pesa mucho. Poco a poco, va fortaleciendo el cuello y es capaz de levantarlo cuando está boca a bajo. Además, consigue mover sus pies y manos.
El bebé de un mes ejercita sus reflejos. Consigue agarrar los dedos de sus padres e incluso tirar de ellos.
Los sentidos del bebé en su primer mes de vida
Al principio el bebé no conoce a su cuerpo. En esta etapa, el bebé todavía no ve con nitidez. Apenas consigue ver sombras a una corta distancia de medio metro.
En las primeras de vida, el niño es capaz de fijar la mirada. Le gusta que acaparen su atención con juguetes que tengan luces y sonidos, ya que le relaja y le divierte. Si se inquieta, intenta tranquilizarle hablándole con cariño y darle muchos mimos. Es necesario que el niño sienta afecto y protección, pues esto le dará la seguridad que ya tenía en el interior del útero de la madre.
El sueño del bebé de un mes
Durante el primer mes, el bebé apenas está despierto. Se pasa durmiendo casi todo el día y sólo se levanta durante cortos períodos para comer. La respiración del bebé de 1 mes es algo ruidosa e irregular.
Entre el día y la noche, suelen dormir mucho, de 16 a 20 horas al día. En las primeras semanas, su sueño diurno suele interrumpirse a intervalos de 2 o 3 horas para sus tomas de leche, a medida que el bebé vaya creciendo también aumentará el espacio de tiempo entre las tomas.
La alimentación del bebé en su primer mes de vida
Los pediatras recomiendan la lactancia materna como único alimento para el bebé en su primer mes de vida. En cualquier caso, si la madre no puede dar el pecho al recién nacido, puede alimentarse con biberón. Tanto si el bebé es alimentado con lactancia materna como con lactancia artificial, no es necesario administrar ningún suplemento, salvo indicación médica.
El vínculo materno en el bebé recién nacido
Le encanta que le cojan en brazos y le acunen, eso sí, hay que tener mucho cuidado con su cabeza. Paséale por los distintos rincones de la casa y que escuche distintos sonidos, que el niño se vaya familiarizando con su hogar y los distintos ruiditos que escuchará todos los días, es muy importante.
El bebé reconocerá a su mamá por su olor y le encanta estar en sus brazos para escuchar los latidos de su corazón, de esta manera se siente protegido. El bebé descubre, en esa etapa, que el llanto es su único y, por lo tanto, su mejor recurso para conseguir atención.
Fuente: www.guiainfantil.com