¿Te pones nerviosísima cuando vienen visitas inesperadas?
¿No te puedes permitir una chica de la limpieza e intentas hacerlo tú misma, terminas descorazonada, frustrada y pensando que es imposible?
La verdadera clave para mantener la casa ordenada y limpia es tomar las cosas paso a paso. Esto afectará positivamente a tu decoración.
Recuerda: el orden y la limpieza también decoran.
Tendrás que comprometerte a tener menos cosas en tu hogar y tirar aquello a lo que te has aferrado durante todos estos años (pero, por favor, sé consciente de que tienes cosas en casa que no has usado en muchísimo tiempo y sólo están cogiendo polvo y ocupando espacio)
Abandona tu perfeccionismo y relájate. Con unos minutos al día tu casa podrá estar limpia y ordenada.
¡A quitar cosas del medio!
Dedícale sólo quince minutos a cada habitación. A continuación, si deseas trabajar más tiempo, digamos otros quince minutos, puedes hacerlo, pero no “tienes” que hacerlo. Esto te ayuda a estar motivada incluso cuando piensas que limpiar es lo último que querrías hacer.
El primer día, ve de habitación en habitación, simplemente ordenando quince minutos en cada habitación. Algunas habitaciones podrían llevar sólo 5 minutos- ¡verás que bien te sientes!
El segundo día, vuelve a la primera habitación y limpia las superficies. Limpia mostradores, lavabos, superficies planas. Deja las superficies libres de manchas. Si hay una mancha en el suelo de la cocina, limpia esa mancha.
El tercer día, coge otra habitación. El cuarto día otra más… Si estás tan motivada un día que no quieres parar, limpia las superficies de dos habitaciones.
Una vez que has ordenado, vamos a pasar quince minutos al día y limpiar con mayor profundidad cada habitación. Ya sabes, pasar la aspiradora en profundidad, barrer adecuadamente, fregar el suelo, limpiar el polvo, quitar las telas de araña, etc.
Ahora, si repites esta agenda tan sencilla, tendrás una casa limpia y ordenada que te quitará un gran peso de encima y te sentirás mucho más a gusto en tu casa.
Recuerda: la clave está en la constancia «hacer un poco cada día» y terminar el trabajo, mejor que hincharte a limpiar un día y dejarlo al segundo porque
estás demasiado cansada para seguir.
¡Adelante, tú puedes!
Yolanda Río-Pérez , decoradora
El Decorado en casa