Si el tiempo te come y no tienes la oportunidad de asistir a un spa, puedes simular uno dentro de tu propia casa. Basta rodearte de los artículos básicos, así como de la filosofía oriental para consentirte y encontrar la tranquilidad que tanto anhelas.
Entre las terapias más destacadas y benéficas se encuentran la cromoterapia, aromaterapia, musicoterapia y la hidroterapia. Todas ellas las puedes llevar a tu hogar.
TU RECINTO
Las culturas orientales fueron las pioneras en el desarrollo de los spa y consideran que sumergirse en una tina purifica el cuerpo y limpia a la mente, permitiéndote tomar mejores decisiones. De hecho, la palabra “spa” significa “salud por agua”. Así que tu proyecto se desarrollará en tu cuarto de baño, y el punto central será la tina.
El primer paso consiste en ordenar y limpiar cada rincón ya que de 10 contrario, podrías distraerte durante el ritual con pensamientos cómo: “¿esa mancha de dónde salió?”, “alguien no cerró la pasta de dientes”, “falta jabón”.
REFLEJOS DE PAZ
Aplica la cromoterapia dentro de tu baño empleando velas de colores, el hecho de ver su flama y color te invita a la meditación y armonizas tu sistema hormonal, digestivo y nervioso. El uso de velas hace que te des cuenta de que no estás de prisa y que es un momento dedicado sólo para ti.
En relación al color, te sugerimos emplear el azul que es relajante, el verde que también simboliza salud o el amarillo para un baño energizante.
DULCES AROMAS
A través del olfato comienza la relajación, de manera que si el cuarto tiene un aroma desagradable será imposible sentirte bien. Utiliza difusores de aceites escenciales o inciensos de lavanda, mandarina, menta y sándalo.
Cada uno de ellos brinda diferentes beneficios.
La lavanda relaja, mientras que la mandarina da energía y previene la depresión. La menta es excelente para aclarar los pensamientos. El sándalo por su olor a madera facilita la meditación.
MUSICA PARA TUS OÍDOS
Se recomienda que a la hora de relajarte escuches melodías suaves como las de Mozart, Bach, Vivaldi o incluso aquellas que tengan sonidos de la naturaleza.
TEMPLANZA
Una vez que hayas logrado crear el ambiente propicio prepara tu baño. De preferencia, la temperatura del agua debe oscilar entre los 30 y 36 grados centígrados, ya que ayudarás a que tus músculos y piel se relajen.
Si deseas puedes utilizar sales para baño, que sirven para desinflamar e incluso alivian tensiones musculares, o bien, burbujas que dan una sensación de bienestar en la piel. Puedes encontrar de diferentes marcas.
Una vez dentro de la tina respira, no hagas nada durante los cinco primeros minutos, sólo siente los aromas, la luz, la música y hasta el calor del agua. Después de este tiempo, puedes dar masaje que te ayudará a mejorar la circulación y a remover las células muertas de tu piel, para darle un aspecto mucho más fresco.
Es recomendable empezar por lo pies, luego las piernas, muslos, abdomen, espalda y finalmente el rostro, pues facilitas la relajación.
Existen diversos objetos para dar masajes dentro de la tina, los más recomendables son cepillos, rodillos o esponjas largas para cuerpo y espalda.
Si se emplean cepillos puedes masajear cada parte de tu cuerpo con movimientos circulares; los rodillos sólo debes pasarlos sobre tu cuerpo; con la esponja larga debes hacer fricción, como si estuvieras jalándola de un lado a otro.
Al terminar tu sesión, si lo deseas, puedes quedarte más tiempo en la tina. Después, vete directo a la cama, dormirás como un bebé.