La dimensión de la tragedia provocada por el seísmo de magnitud 7 que arrasó Puerto Príncipe el martes comenzó a emerger este miércoles, con informaciones de cientos de muertos y desaparecidos, incluidos varios miembros de la misión de la ONU.
El palacio presidencial, la sede de la ONU, varios ministerios, la catedra, el arzobispado, un hotel de lujo, se derrumbaron en esta capital de más de dos millones de habitantes por el potente sísmo que fue seguido de un par de réplicas de magnitud 5,9 y 5,5.
El presidente haitiano, René Preval, y su esposa sobrevivieron al derrumbe del palacio presidencial, aseguró Robert Manuel, embajador de Haití en México, pero el arzobispo de Puerto Príncipe, monseñor Serge Miot, falleció en el derrumbe del arzobispado, informaron desde Roma.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, afirmó que «los servicios básicos como agua y electricidad han caído casi totalmente. Aún debemos establecer el número de muertos o heridos, que consideramos que podrían ser cientos».
En la sede de la ONU, por lo menos cinco personas murieron y un centenar de empleados están desaparecidos, declaró en Nueva York el jefe del departamento de operaciones de mantenimiento de la paz, Alain Leroy.
Unas 200 personas estarían sepultadas bajo los escombros del hotel Le Montana, uno de los más lujosos de la ciudad, indicó el secretario francés de Cooperación, Alain Joyandet.
El seísmo es una «tragedia para Haití (…) y para las Naciones Unidas», declaró Ban Ki-Moon.
De diferentes capitales comenzó a informarse sobre muertes y desapariciones de efectivos de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH), cuyo jefe civil, el tunecino Hedi Annabi, al igual que las personas que estaban con él en el edificio de la ONU, habrían muerto, indicó el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner.
Entre los contingentes lationamericanos de la MINISTAH se confirmó hasta ahora la muerte de cuatro militares brasileños y de un argentino.
También murieron ocho cascos azules de China (país que dio parte además de diez desaparecidos) y tres de Jordania.
Brasil, que dirige la misión militar de la MINUSTAH, señaló igualmente numerosos desaparecidos en sus filas.
En Chile se informó de la desaparición de la esposa del general chileno Ricardo Toro, segundo comandante de las Fuerzas de Paz de Chile desplegadas en ese país, y de una funcionaria chilena de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MINUSTAH), Andrea Loi.
La MINUSTAH está integrada por 17 países.
El ministerio de Exteriores brasileño informó de la muerte de Zilda Arns, una brasileña dedicada a los derechos de la infancia, hermana del ex cardenal de Sao Paulo Paulo Evaristo Arns.
El Instituto Geofísico estadounidense (USGS) informó de 24 fuertes réplicas que sacudieron el país tras el seísmo de 7,0 de magnitud que se registró a las 16H53 locales (21H53 GMT) del martes.
El papa Benedicto XVI apeló a la «generosidad de todos» para hacer frente a la «dramática situación» que viven los siniestrados.
La comunidad internacional activó sus mecanismos de ayuda.
Organismos internacionales como la Cruz Roja y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y varios países de América y Europa anunciaron el envío de dinero, alimentos, voluntarios, bomberos, expertos y hasta perros especializados en búsquedas para asistir al país caribeño.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su país está dispuesto a enviar ayuda a Haití. Washington anunció además el envío de un primer equipo de rescatistas para ayudar a rastrillar los escombros en busca de supervivientes.
La Comisión Europea desbloqueó una primera ayuda de tres millones de euros.
Venezuela envió una misión integrada por médicos, bomberos y miembros de Protección Civil.
«Haití requiere de una operación de ayuda internacional masiva» indicó desde Suiza a AFP Jean-Luc Martinage, uno de los portavoces de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
«Reservas de urgencia están almacenadas en Haití y permiten ayudar a 3.000 familias durante 3 a 4 días pero tendremos que llevar rápidamente el material de socorro desde nuestro centro regional de reacción frente a las catástrofes, le PADRO, con sede en Panamá», agregó.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, expresó el miércoles su «pavor» y su «profunda emoción» por el devastador seísmo que el martes sacudió a Haití, antigua colonia francesa.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, se declaró «muy preocupado» por la situación.
El ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, exiliado en Sudáfrica desde 2004, lamentó las víctimas que causó el seísmo en su país, que calificó de «tragedia inenarrable».
Haití, que detenta la renta per cápita más baja de todo América, con el 80% de sus casi nueve millones de habitantes viviendo en la pobreza, se ha visto golpeado por una serie de tragedias en los últimos años, como el paso de varios huracanes en 2008 que dejaron cientos de muertos.
Fuente: www.google.com (AFP)