Cuando el presupuesto limitado y debes decorar con poco dinero, has de decidir cuánto puedes gastar para la decoración. Lo ideal sería dedicar una parte del presupuesto a cada habitación. Podrías destinar más  para las estancias más grandes o para las más importantes para ti, para las que quieras que resulten más bonitas, y un poco menos de dinero para las demás. Lo importante es no agotar el presupuesto y que nos quede alguna habitación sin decorar.

Dentro de cada hogar hay algunas piezas de mobiliario que por su uso merece la pena que sean de buena calidad aunque cuesten un poco más: colchones, sofá o sillones deben elegirse entre los de mejor calidad que te puedas permitir. No compres nada hasta no tener decidido el estilo decorativo que deseas. Luego céntrate en los colores, texturas, delimitación de espacios, dónde se colocarán los muebles más grandes o de más uso (sofás, camas, estanterías o muebles librería, armarios, cómodas, etc).