La mutilación femenina es una antigua costumbre que se sigue practicando en muchas partes del mundo.
A lo largo de la historia de la humanidad, muchos y muy diversos han sido los abusos de los cuales la mujer ha sido víctima. La religión, las costumbres y la tradición han sido los pretextos ideológicos que se han utilizado en diferentes sociedades y culturas para cometer toda clase de aberraciones en contra de la seguridad física y emocional del género femenino.
Aunque muchas veces, revisar la historia se convierte en una experiencia triste al ver todas las injusticias que nos preceden, saber que hay atrocidades que se siguen cometiendo en otros lugares del mundo es parte de nuestra responsabilidad no sólo como ciudadanas sino como mujeres.
La ablación es una práctica realizada en muchos países de África y Medio Oriente que consiste en la extirpación del clítoris de la mujer, con la finalidad de asegurarse de que las relaciones sexuales no le provocarán ningún placer y así garantizar su virginidad a su futuro marido. La intervención, que por lo general se hace en condiciones totalmente insalubres, puede consistir en la mutilación solamente del clítoris o también de los labios menores y mayores de la vagina. Al finalizar, proceden a coser el área y solamente dejan un pequeño orificio para que la mujer orine y tenga su menstruación.
Los argumentos con los que se defiende esta práctica es que la mutilación de los órganos sexuales de la mujer la hacen más casta y virtuosa, además de que la protegen de las enfermedades venéreas. El hombre, al casarse con ella, tendrá la seguridad de que es virgen y que los hijos que le dé serán suyos. Aunque se supone que es un rito de iniciación a la pubertad, la realidad es que lo realizan en niñas de hasta 5 años o incluso en bebés.
Como te podrás imaginar, el índice de mortandad relacionado con este “rito” es altísimo. Infecciones, hemorragias y toda clase de efectos graves se suceden a la práctica de la ablación. Las jovencitas mueren allí mismo o un par de días después.
Suena como una película de terror ¿verdad? De seguro te imaginas que sólo sucede en lugares muy lejanos y que afecta a un pequeño número de mujeres que viven en zonas rurales africanas. Pues no, esta “costumbre” se está expandiendo por el mundo. De acuerdo con cifras de la ONU, la ablación afecta a 135 millones de mujeres en el mundo. ¡Dos millones de niñas son mutiladas cada año!
Debido a la fuerte inmigración africana a Europa, la ablación ha llegado al mundo occidental. Reino Unido, España y Holanda son algunos de los países que ya han comenzado a regular sus leyes para combatir este abuso contra las mujeres en sus territorios.
Los organismos internacionales han emprendido campañas en contra de la ablación, pero como es fácil de imaginar, las costumbres arraigadas en la cultura son muy difíciles de erradicar, más porque las operaciones se realizan de manera clandestina.
Si te ha interesado el tema puedes visitar la página de Internet de Waris Dirie, embajadora de la ONU contra la ablación y ex top model somalí que fue víctima de la mutilación cuando tan sólo tenía 5 años de edad. La página es: http://www.waris-dirie-foundation.com/. Allí encontrarás muchísima información y también podrás colaborar con donativos para apoyar la causa.
Fuente: nosotros2.com