Cuando se decide como equipo parental que los niños deben dormir solos en sus propias camas hay que comenzar a facilitar la separación que supone para ellos y para los padres, a través de la constancia que es la clave del éxito.
Para facilitar este proceso, que como proceso tomará algunos días o semanas para que el niño y los padres lo consigan, se puede recurrir a algunas herramientas y sugerencias.
Si uno de los problemas es que se acuesta muy tarde, se le dificulta conciliar el sueño, se despierta varias veces en la noche o muy pronto, es importante revisar las horas que el niño duerme durante el día y cuántas siestas realiza. En los casos antes señalados, y a partir de los dos años/dos años y medios, se puede reducir y comenzar a eliminar las siestas para promover que la mayor cantidad de horas de sueño se realicen durante la noche.
Un niño que realiza varias siestas, duerme 2 o más horas o las realiza a las 18:00, difícilmente tendrá sueño o ganas de irse a dormir a las 20:30. También se debe revisar la parte previa a acostarlo y la preparación, establecer una rutina cuando se acerca la hora de dormir es importante, por ejemplo: bañarlo, darle de cenar, ir a la cama, encender una luz tenue, leer un cuento, darle un beso y despedirse de ellos.
Por otra parte, es importante revisar que el baño calma y ayuda a bajar el ritmo y no lo contrario ya que algunos niños se excitan con él, en cuyo caso no ayudaría a prepararlo para la hora de dormir. Ayuda también cuando se empieza la rutina para acostarlo, disminuir el nivel de actividad de la casa y los ruidos, evitando música fuerte, juegos de saltar o correr o que lo activen.
Si es de los que se despierta y se pasa a la cama de los padres hay que tratar de capturarlo antes que lo hago y devolverlo a su cama, tantas veces como sea necesario para que encuentre la misma respuesta y entienda que ése no es su “lugar”. Por ello es importante contar con la ayuda la pareja, cuando se pueda, para turnarse, y decidir cuándo comenzar, para poder ser constantes una vez que se empiece y así lograr la adquisición del hábito.
Se le debe avisar al niño sobre el cambio en otro momento previo del día, explicarle que ya no va a dormir en la cama de mamá y papá, que mamá no se va a quedar con él hasta que se duerma o que cuando venga en la noche se le devolverá a su cuarto.
Y esto es todo? Si ya he probado todo esto? Es importante recordar la primera parte, pensar que cuando le decimos que no se puede meter en la cama lo estamos ayudando a separarse de nosotros, a ser independiente y resguardamos nuestra relación de pareja y la de él o ella en un futuro, todo esto junto con las herramientas sugeridas puestas en práctica recordando que hay que avisarle al niño sobre el cambio, las ayudará a tener éxito.
Fuente: charhadas.com