La última morada de Michael Jackson no será un paraíso para sus fans

jacksonLos fans de Elvis pueden peregrinar a la tumba del ‘rey del rock and roll’, que está junto a la que fue su mansión, Graceland, en Memphis, estado de Tennessee. Desde la muerte de Marilyn Monroe el 5 de agosto de 1962, no pasa ni un día en el que los admiradores de la actriz no decoren con flores frescas su tumba en el pequeño cementerio de Westwood Village Memorial Park, cerca de Beverly Hills. Pero los fans de Michael Jackson lo tendrán más difícil para estar cerca de su ídolo muerto.

El ‘rey del pop’ seguirá aislado del público en muerte como lo estuvo gran parte de su vida. Sólo el estrecho círculo de amigos y familiares estará en el mausoleo del cementerio Forest Lawn de Glendale, cerca de Los Ángeles, cuando Jackson sea sepultado el 29 de agosto, más de dos meses después de su repentina muerte.

El breve comunicado del portavoz de la familia, Ken Sunshine, el martes aniquiló las esperanzas de los fans de Jackson de poder convertir en lugar de peregrinación su tumba. A la «Holy Terrace» en el mausoleo, donde también descansan astros como Clark Gable y Jean Harlow, sólo pueden acceder familiares e invitados, pero no el público en general. El recinto es estrictamente vigilado por fuerzas de seguridad y cámaras.

Al menos terminaron ahora las especulaciones y rumores en torno a la última morada del cantante, que el 29 de agosto habría cumplido 51 años.

Su hermano Jermaine fracasó con su deseo de enterrarlo en el rancho Neverland, en Santa Bárbara. El resto de la familia estaba indignado con la idea, porque Jackson no quería saber nada con ese lugar desde el juicio por abuso de un menor, informó hace poco Tmz.com.

El padre, Joe Jackson, también tuvo que desistir de su esperanza de sepultarlo en Las Vegas. Por miedo a los daños que pudiera sufrir la sepultura, fue sobre todo la madre Katherine la que insistió en un lugar anónimo, informaron medios estadounidenses.

El cuerpo de Jackson se encuentra actualmente en una cámara frigorífica del cementerio de Forest Lawn en Hollywood Hills. Allí se despidió la familia del cantante en una ceremonia privada a principios de julio antes del gran funeral en el Staples Center. El camposanto en las colinas de Hollywood, no muy lejos de los estudios Disney y Warner, es uno de los cementerios de famosos más solicitados.

Estrellas como Bette Davis, Liberace y, a mediados de junio, también David Carradine fueron enterrados allí. Pero el cementerio de Forest Lawn en Glendale, sólo cinco minutos en coche hacia el este, es el lugar más «top» para sepultar a los famosos. Allí descansan astros de Hollywood como Humphrey Bogart, Spencer Tracy, Carole Lombard, Errol Flynn, Walt Disney, Sammy Davis Jr. y Nat King Cole, recuerda la web Hollywood Underground. Este grupo muestra con mapas y descripciones el camino a las últimas moradas de las estrellas.

Los administradores de la cadena Forest Lawn, por el contrario, niegan toda información sobre sus clientes famosos. Los paparazzi y los curiosos son personas no deseadas en el recinto verde en las colinas de Glendale. Sin embargo, las más de cien hectáreas con unas 250.000 tumbas atraen cada año a un millón de personas. Los visitantes pasan por el mayor portal de hierro forjado del mundo, según dice la publicidad en Internet. Junto a un «servicio exquisito», a los visitantes les esperan tesoros artísticos y arquitectónicos «de fama mundial».

Allí donde descansará Jackson hay valiosas reproducciones de obras de arte, desde el «David» de Miguel Ángel hasta «La última cena» de Leonardo Da Vinci. El fundador del parque fue Hubert Eaton a principios del siglo XX. Este hombre de negocios creía en una existencia feliz después de la muerte y quería revolucionar lo que consideraba cementerios demasiado tristes. Así, hizo colocar fuentes y amplias superficies de césped, plantó árboles y encargó obras de arte. «Hay que ver ese lugar para creérselo», dice la página web Seeing-stars.com, que ofrece todo tipo de consejos para los «cazadores» de estrellas. Pero al mismo tiempo se advierte a los visitantes del cementerio de una experiencia «frustrante». Buscar las tumbas de los astros es como buscar «una aguja en un pajar». En vez de indicaciones, de parte de los administradores sólo hay rejas y carteles que advierten que la entrada está prohibida.

Fuente: La Vanguardia.es