Consejos para no volverse una novia neurótica

A veces los nervios nos juegan una mala pasada y al preparar el casamiento nos terminamos convirtiendo en la novia de Frankestein. ¿Cómo relajarse y disfrutar?

Nada es más cierto, por más tranquila y relajada que sea la personalidad de la futura novia, los nervios y el estrés de organizar un casamiento enloquecen hasta al más santo. Los novios habitualmente no entienden el cambio repentino de humor y la consecuente susceptibilidad. En este texto encontrarás algunas recomendaciones para que él, tu príncipe azul, no vea a su princesa convertida en la bruja de cuentos.

Diferencias entre el novio y la novia
Hombres y mujeres somos distintos, esto no es ninguna novedad. Todos los sabemos y aceptamos; sin embargo, al momento de organizar nuestro casamiento, las mujeres solemos olvidarlo. La mujer suele ser más romántica y desde pequeña ha imaginado su vestido de novia y su casamiento. Tantos años soñando e imaginando al respecto nos vuelven más propensas al detallismo y al perfeccionismo. ¡Perfecto! Siempre y cuando no nos obsesionemos…

El hombre, en cambio, considera al casamiento un paso importante en su vida pero no lo ha imaginado. Le importa que su mujer esté feliz, no si el centro de mesas es de rosas o tulipanes.

Consejo: Ten en mente que sois distintos. No exijas que él opine sobre vestidos, centros de mesa o colores de manteles. No es lo suyo, no sabrá qué contestarte y tendrá miedo de equivocarse. Aprovecha y organiza esas pequeñas cosas tú sola, así elijes lo que a ti más te guste. Él estará feliz.

Organización de la boda: Tu familia y su familia

Otro tema que suele alterar los nervios de las novias son las familias. El casamiento es un momento único e irrepetible y todos quieren participar. Tanto tu familia como la de él quieren opinar y acompañarte a todos lados. Una maravilla al comienzo, cuando estás indefinida y necesitas orientación. Luego, quizás te sientas agobiada con tanta atención, preguntas y deseos personales.

Fuente: Bodas.suite101.net