“¿Alguna de ustedes ha sido acusada también de actuar de manera irracional e histérica? ¿Alguna ha perdido amistades en el día de su matrimonio?”, se pregunta una mujer que está a punto de casarse, en un foro para novias.
Les llaman “novias histéricas” y en inglés, “bridezillas”, una mezcla de las palabras bride (novia) y Godzilla, y que da el nombre a un programa de televisión estadounidense, dedicado exclusivamente a aquellas mujeres que están a punto de dar el sí, pero que entre tanto ajetreo, trámites y preparativos, suelen sacar un monstruo de su interior y gritan, sobre todo lloran, alegan y se enfurecen cuando algo no sale como quieren.
Hasta en Latinoamérica, Discovery Home & Health sacó su versión en español que llamó “Novias neuróticas”. Es que en todo el mundo, sin importar las fronteras, una mujer que está por casarse siempre corre el riesgo de colapsar en el proceso.
Las víctimas de la histeria prenupcial suelen ser mujeres perfeccionistas, y ¿cómo culparlas? Es su día, el momento en que saldrán vestidas como princesas a festejar su paso de señorita a señora, donde serán el centro de atención (ay, de la invitada que se vista de blanco), y donde cada persona presente -familiares, amigos, conocidos y desconocidos-, hablarán de cuánto les gustó o desagradó su vestido, la comida, la decoración, la música y hasta la ceremonia. No es menor.
Pero los que más suelen ir a parar a un especialista son los banqueteros del matrimonio, como señala el psiquiatra de la Clínica Alemana, Guillermo Gabler. “Ellos son las víctimas del cuento. Generalmente tratan con dos monstruos, que son la novia y su madre, que no saben lo que quieren. Entonces, piden cosas irreales, como que entre volando Rafael Araneda y cosas del estilo”, comenta.
El problema se agranda cuando el magno evento se transforma en una cruzada de la suegra, quien quiere mostrar a sus familiares y amigos la pomposa y alegre unión de su hija, como agrega el experto.
En este caso, los futuros marido y mujer, sobre todo el novio, quedan en un segundo plano en la organización, y apenas se les deja un espacio para hacer un pequeño show, ya sea un baile o cantar. “El resto, tiene que ver con los papás”, asegura Gabler.
Si bien sabe que los banqueteros y productores de los matrimonios deben aprender a sobrellevar la tensión que implica su trabajo, a las novias y madres, el psiquiatra les recomienda “aterrizar lo que quieren, y entender que el matrimonio es solo un evento, que no es de vida o muerte”.
“La mayoría de la gente, a la semana ya se les olvidó o van a tres matrimonios más y solo les queda la foto. Nadie se juega la vida en ese momento”, insiste.
Y como una forma de asesorar a la distancia a aquellas novias que ven cómo los preparativos se convierten en una pesadilla, la terapeuta estadounidense de parejas Jennine E. Estes entregó en su sitio web una serie de consejos para no convertirse en una “bridezilla”.
1.- Sé flexible con tu idea de matrimonio: No te desesperes si no encontraste exactamente las flores que querías para los adornos de las mesas. Tal vez tengas tu boda perfecta escrita en la mente, pero no olvides que no porque no se ajuste fielmente a ella dejará de ser especial. Por otro lado, toma en cuenta lo que el novio tenga que aportar a los preparativos. “Es su boda también”, dice la terapeuta.
2.- Toma un respiro: Cuando parece que no te estás haciendo entender –con familiares o asesores- no explotes con ellos. Pídeles un minuto y sal a tomar aire. Discutir con alguien no beneficiará en nada el proceso de los preparativos.
3.- No te preocupes por cosas pequeñas: Cuidado con ponerse muy quisquillosa con detalles como el color de la invitación, o con criticar cada idea que tu mamá o tu novio comenten. Al final del día, lo que vale es la ceremonia y lo que se celebró en ella, no si los postres fueron presentados en medio de una cascada de chocolate. Aunque suene muy rico.
4.- Recuerde decir “por favor” y “gracias”: Dos palabras básicas de buena crianza, no olvides que lo cortés no quita lo valiente, y ocúpalas en tu diario vivir, sobre todo cuando tratas con personas que te dan algún servicio o con cercanos que te hacen algún favor. Mientras más les reconoces lo que hacen por ti, lo seguirán haciendo con mejor disposición, señala Estes.
5.- No descuides tu relación: No dejes que la planificación del matrimonio te quite tiempo para estar con tu futuro marido. No te olvides de esas tardes de hacer nada, viendo una película, ni de ser cariñosa con él. Se trata de llegar al altar con una base sólida y de no olvidarse del motivo que los convoca hasta ahí, el amor.
6.- No dejes de lado a tus amigos: Cuando te reúnas con tu grupo de siempre, evita que tu único tema sea el matrimonio. Pregúntales por sus cosas y despeja la cabeza de tus preocupaciones prenupciales. Ya llegará el día en que serás la protagonista, así que no los agobies y préstales tu atención como corresponde.
7.- No te impongas horarios: Si bien hay que ser ordenada y organizada, eso no significa que debas escribir un plan de horario para organizar tu matrimonio. Disfruta del proceso, que puede que sea la primera y última vez que vivas este momento.
8.- No olvides que los vendedores y quienes te asesoran con tu matrimonio también son humanos: Ya lo decía Gabler, que los organizadores son los que más sufren en este período. Por eso, Sé realista con lo que esperas de tu matrimonio y no seas agresiva si ves que se equivocan.
9.- Disfruta ser la novia: Un montón de emociones llegarán el Día D, por eso cuenta hasta diez antes de ir criticando y alegando por las cosas que no te gustan. Sé feliz, que te vas a casar con el hombre que amas y tus amigos y la gente más querida, está ahí para celebrar junto a ti.
Fuente: www.emol.com