A sus 19 años, Brea es adicta a comer arena. Esta peligrosa obsesión no sólo ha puesto en riesgo su salud, sino que también su vida normal. Revisa su impresionante testimonio.
My Strange adicction”, el programa de televisión norteamericano, que da a conocer casos de extrañas adicciones mostró el placer culpable de Brea, una mujer de Kansas City obsesionada con comer arena.
Todo comenzó con una ida a la playa en donde accidentalmente tragó arena y se encantó con la crujiente textura en su boca. Hoy, con ya 19 años y con más de cinco años cargando con este extraño hábito, reconoce en donde se encuentra las de mejor calidad, siendo éstas las de las plazas y parques de juegos.
Come aproximadamente seis veces al día en conjunto de uno que otro alimento. Sus combinaciones favoritas son arena con nachos, papas fritas, pero por sobre todo, la mezcla con chicle . Sin embargo, esto no acaba acá: desesperada cuando se le acaba, recurre a limas de uñas, o incluso a lijas por la similitud de la textura.
Se calculó que Brea ha consumido más de 11 mil kilos de arena desde que comenzó su adicción. El programa también ha mostrado otras historias de raras obsesiones, como la de una mujer fanática de lamer a su gato para comer su pelo, otra que consume gasolina o el caso de una afroamericana fanática de las uñas extremadamente largas.
Fuente: vidayestilo.terra