Si te gustan las carteras y adquieres uno nuevo cada vez que puedes, te damos unos consejos para elegirlo mejor.
La cartera es un accesorio básico en el guardarropa, que además revela mucho de ti, de tu personalidad, de tu nivel de confianza y de tu actitud, de acuerdo a su forma, color y textura.
Si pensabas que cualquier tipo de cartera te queda bien, estás en un error. Y si hasta ahora has comprado algunos sólo porque te gustan, debes saber que necesitas tomar en cuenta algunos aspectos, antes de hacer una nueva adquisición:
* Debes adecuarlo con tu cuerpo, con tu forma de ser y con tu estilo de vestir. Usa dos tipos distintos de carteras, una grande para el trabajo o la escuela y una pequeña y ligera para llevar sólo lo necesario. En la cartera pequeña guarda únicamente lo indispensable: dinero, llaves, celular, lentes y maquillaje.
* No forzosamente debes cambiarlo con la temporada, es aconsejable (y económico) optar por uno en un color neutro, de estilo clásico y combinable con la mayor parte de tu guardarropa.
* A la hora de elegir uno nuevo, debes tomar en consideración tu estatura, talla y estilo, porque así como puede hacer brillar tu apariencia, también la puede destrozar. Si eres bajita, las carteras que se adaptan mejor a tu cuerpo son los pequeños, pues uno grande dará la impresión de estar más grande que tú.
* Si perteneces al gremio de las chicas altas, los mejores son los medianos y los grandes, pues se equilibran con tu cuerpo.
* Uno en piel nunca pasa de moda, te queda con todo y te hace lucir bien en todos lados. No olvides los clásicos negro o café.
* Lleva iguales la cartera y los zapatos, es sofisticado y además resuelve el conflicto de combinación.