Una de las grandes expectativas que tienen las madres durante el embarazo y el parto es si su bebé se encuentra bien de salud y para comprobarlo nada más nacer se efectua el test de Apgar al recién nacido. A veces, la preocupación es tan grande que ellas llegan a ignorar y olvidarse de las molestias del parto. Cuando nace el bebé, ellas le miran con ojos de «gigante», y se fijan en las miradas cómplices entre el médico y las enfermeras mientras practican el test de apgar a su bebé.
La puntuación del bebé en el test de Apgar
El test de Apgar es una prueba determinante después del nacimiento del bebé porque, a través de ella se puede conocer el estado de salud del pequeño. A través de este test se evalúa la frecuencia cardíaca, el esfuerzo respiratorio, el tono muscular, la irritabilidad refleja, el color del bebé, y para cada aspecto el equipo médico dará un puntaje de 0 a 2. Si un bebé tiene los cinco parámetros normales, conseguirá 10, por lo que se traduce que el pequeño goza de buena salud. Un Apgar entre 7 y 9 es aceptable, uno entre 5 y 7 estará disminuido, y si el resultado es menor de 5 se considera severamente disminuido, por lo que los médicos asistirán de inmediato al pequeño, buscando las causas.
Pasados algunos minutos, vuelven a repetir el test. Si en el segundo test el bebé alcanza puntuación 8, significa que a pesar de haber nacido mal, el bebé se reanimó y no va a sufrir consecuencias. Pero si, al contrario, el bebé sigue con puntuación disminuida, puede significar que le faltó el oxígeno de forma tan severa que tiene riesgo de presentar secuelas neurológicas.
Durante el test de Apgar, los médicos observan:
1. La frecuencia cardíaca del bebé, colocando dos dedos sobre el cordón umbilical que sigue pulsando, o auscultando su corazón. Si tiene más de 100 latidos por minuto, el puntaje es 2, si tiene menos de 80 o 100 por minuto, consigue 1, y si no tiene frecuencia cardiaca, su valor es 0.
2. El esfuerzo respiratorio del bebé, observando intensamente los movimientos de su tórax al inhalar y exhalar. Si es normal, un 2, si es débil, se califica con 1, y si está en paro respiratorio, un 0.
3. El tono muscular del bebé, observando la tensión y el vigor de sus músculos. Si se flexiona y se defiende ante un estímulo táctil, un 2, si presenta debilidad y flacidez, 1, si no hay tono, 0.
4. La irritabilidad refleja del bebé, valorando la respuesta que da el bebé ante la succión que le hacen de las secreciones que hay en su nariz y boca. Si el bebé se defiende, quita o voltea la cara y cierra la boca, obtiene un 2, si hace gestos y se mueve de forma débil, 1, y si no se defiende de ninguna manera, un 0.
5. El color del bebé, de sus labios y extremidades. Si están de color rosado, un 2. Si sólo los pies y las manos están azules, 1. Y si la boca y las extremidades son de color azulado, 0. Los resultados del Apgar son informados a los papás, enseguida.ç
Fuente: www.guiainfantil.com