Seguro que este plato a base de pollo y espinacas le seducirá no sólo por su riquísimo sabor sino por ser un plato sencillo y rápido de preparar, el cual estará listo en menos de media hora.
Si es usted una amante de la comida sana y no tiene tiempo para preparar platos complejos, quizás debería probar esta receta. El pollo con espinacas y mozzarella es ideal como almuerzo o cena ligera, aunque también puede convertirse fácilmente en un plato más completo y sabroso.
Ingredientes:
500 gramos de pechuga de pollo
300 gramos de espinacas frescas
200 gramos de queso mozzarella
2 dientes de ajo
1 cucharada pequeña de vinagre balsámico
3 cucharadas pequeñas de aceite de oliva
1 pizca de chile triturado
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta
1 pizca de romero
1 pizca de orégano
Método de Preparación:
Lave las espinacas y separe sus hojas.
Corte los ajos en trocitos muy pequeños.
Aliñe la pechuga de pollo con en el aceite de oliva y el vinagre balsámico. Añada un poco de chile, sal, pimienta, romero y los trocitos de ajo.
Ponga un poco de aceite de oliva y el resto del ajo en una sartén pequeña y fríalos.
Cuando el ajo esté dorado, añada un poco más de romero y chile y una pizca de orégano.
Ponga la espinaca fresca en la sartén y fríala a temperatura media de 5 a 8 minutos con un tercio de una taza de agua.
A continuación, escurra un poco las espinacas y añádales un poco de sal y pimienta.
Aparte las espinacas en un plato y fría la pechuga de pollo con un poco de aceite durante unos 4 ò 5 minutos hasta que adquiera un color dorado.
Con las pechugas todavía en la sartén, añada las espinacas encima de las pechugas y el queso mozzarella en tiras sobre las espinacas.
Tape la sartén para que el queso se derrita.
Sirva las pechugas añadiéndole un poco de aceite de oliva o el zumo de un limón (opcional).
Si desea diferentes combinaciones del mismo plato, pruebe a acompañar las pechugas con ensalada, arroz, patatas o verduras.
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