Desarrollando los sentidos del bebé

Durante los primeros meses de la vida de un bebé todo pasa por succionar.

Se lleva la mano a la boca, cosa que hace por instinto y no le traerá problemas futuros (si debemos tener cuidado con el chupete o el dedo pasados los dos años de edad), de esta manera obtiene su principal consuelo.

El bebé tiende a dormir más de día que de noche y no conoce la diferencia entre uno y otro.

Para remediarlo intenta que no duerma más de cuatro horas seguidas durante el día pero siempre despiértalo con suavidad.

Entre el segundo y tercer mes de vida notarás que sus sentidos son más desarrollados.

Puede mover la vista ante un sonido que le llame la atención, o seguir un objeto de forma vertical y horizontal hará más adelante no sacarle la mirada de encima.

Otros cambios notorios: logra mantener la cabeza erguida por breves espacios de tiempo; mueve más los bracitos y hace muecas ; emite sonidos cortos ante estímulos placenteros ; aumenta su tono muscular ; los Colores vivos le llaman la atención.

En una relación en la que hasta ahora era solo de madre –hijo es importante que el papá encuentre el momento para estar todos en familia y de esta manera se integre a la misma.