Los adolescentes y las drogas. Parte I

drogasUno de los retos que más nos inquietan a los padres de hijos adolescentes es ayudar a nuestros hijos a rechazar el mundo de las drogas. Pero ¿cómo podemos lograr que un hijo diga no a la droga?

A pesar de los programas anti-droga llevados a cabo durante los últimos años por las autoridades en las escuelas y los institutos, y los programas educativos dirigidos a los padres de adolescentes, el índice de consumo de todo tipo de droga, desde tobaco, marihuana, alochol, pastillas y cocaína…. entre los jóvenes sigue en aumento.

A diferencia de generaciones anteriores, el consumo de la mayoría de estas drogas ya existían cuando los que son ahora padres de adolescentes eran más jóvenes. Pero no había una proliferación tan extendida como la de hoy, y el contacto con la droga normalmente se realizaba más mayores cuando uno tiene más capacidad de decisión, más facilidad para rechazar ciertos hábitos y más madurez para comprender el daño que puede ocasionar el consumo de drogas. Hoy en día nuestros hijos adolescentes están expuestos a estas sustancias en una edad en la que sienten todavía la presión de hacer lo mismo que sus compañeros y en la época de la infancia cuando más tienden a rechazar los consejos de personas adultas.

Nadie tiene una respuesta fácil para uno de los problemas más preocupantes de la sociedad moderna. Pero aquí ofrecemos algunos consejos que pretendemos ayuden a aquellos padres que desean encontrar formas de mantener a sus hijos adolescentes alejados del mundo de la droga o bien ayudarle si cree que ya ha empezado a tomar sustancias dañinas. Hemos dividido estos consejos en las siguientes páginas:

Cuando se trata del consumo de drogas es mucho mejor prevenir desde el principio que luego tratar una adicción. Pero ¿cómo pueden los padres prevenir o impedir que sus hijos adolescentes consuman drogas?

Es complicado, y la última decisión sobre si consumir drogas o no solo puede ser tomada por nuestros hijos, pero sí podemos ayudar a que sean responsables y sepan las consecuencias del posible consumo. Y también darles armas para rechazar. Aquí ofrecemos algunos consejos.

Sinceridad en todas las conversaciones relacionadas con la droga. Muchos de los que ahora somos padres hemos probado sustancias en el pasado, y es un error mentir a nuestros hijos adolescentes al respecto. Intenta no evadir la pregunta, ponerte incómodo ni tampoco responder con un «a tí ¿qué te importa?». Ya hemos tratado la importancia de lograr tener una buena comunicación con los hijos adolescentes. Y cuando se trata de un tema tan grande como el de la droga, es especialmente importante que su hijo pueda confiar en ti. Si intuye que mientas, perderás credibilidad. Además, reconocer que has tomado ciertas sustancias da mayor credibilidad a tu rechazo actual. Si eres uno de los que sí tomó en el pasado, utiliza la experiencia para darle información. Subraya los daños que hacen ciertas drogas y cómo afectan de forma negativa la capacidad de concentración (algo especialmente importante durante la adolescencia), de razonamiento y de relaciones. Hablale de casos reales, de posibles amigos que lo perdieron todo por culpa de una adicción.

Conviértase en aliado o aliada de tu adolescente. Si no sabe cómo decire que no, que te utilice a ti. «Mi padre me mataría». Si tiene algun contacto con una de las llamadas drogas blandas (tobaco, alcohol, hachis…), no le recrimines de forma automática. Es preferible que pueda compartir estas primeras ( y, en muchos casos, inevitables) experiencias para que tu puedas ayudarle a que no se conviertan en hábito. Si te conviertes en aliado/a (NO amigo, porque debes retener tu autoridad como madre o padre) en cuanto al consumo de drogas, se sentirá capaz de llamarte para que vayas a sacarle de una posible situación o fiesta que vaya fuera de control.

Conocer a los amigos de tu adolescente. Es importante conocer a los amigos – y si es posible los padres de los amigos – de tu hij@ adolescente. Esto te ayudará a seguirle la pista si está en una época evasiva o poco comunicativa.
Adolescencia    Mantenerte en contacto con tu adolescente cuando no estáis juntos. A esta edad los teléfonos móviles son una gran ventaja. Envíale mensajes, dile que te llame a ciertas horas, o deja notas en tu casa si no vas a estar cuando llegue del colegio. Si pasas muchas horas fuera de casa, no dejes a tu adolescente solo en casa sin nada que hacer. Búscale alguna actividad extraescolar, contrata clases particulares para que aprenda algún instrumento musical…. Hay estudios que indican que los adolescentes que tienen intereses y una vida ocupada tienen menor probabilidad de consumir drogas que los adolescentes que quedan en la calle o salen con amigos sin realizar ninguna actividad más allá que estar juntos. Si le gusta hacer deporte, anímale en todo lo que puedas. El deporte supone un magnífico escudo contra las drogas.
Adolescencia    Hablar con frecuencia sobre el tema de las drogas con tu adolescente. Aprovecha programas de televisión para verlos juntos y comentar sobre los contenidos.

Crea un ambiente anti-droga en el hogar. Establece unas normas muy claras. En tu familia, nadie toma drogas. Esto no quiere decir que vayas a marginar a un hijo adolescente que te confiesa haber tomado alguna sustancia. Pero sí demuestra un rechazo colectivo al asunto, y que existen actividades más divertidas y sanas en las que emplear el tiempo.

Organiza actividades en familia. Planifica alguna excursión y deja que tu adolescente colabora en la organización. Desayunar y cenar en familia, porque las estadísticas indican que niños que cenan habitualmente con su familia tienen menor probabilidad de liarse con las drogas.

Enseñar dando ejemplo. Es evidente que no tienes ninguna fuerza moral para exigir a tu adolescente que se abstenga de tomar sustancias que tu tomas. Si abusas de alguna sustancia, ahora es el momento más que nunca para buscar ayuda de forma urgente. Y si tienes amigos que tomen ciertas drogas, tal vez sea el momento para buscar nuevas amistades.

Saber qué hacer en los momentos de mayor exposición a las drogas. Cuando tu adolescente empieza a salir por la noche, pregúntale todo hasta que sepas con detalle a dónde va, con quién y qué van a hacer. Establece la hora de regreso y la forma de regresar. Habla con los padres de sus amigos y, al ser posible, organiza un sistema rotatorio de recogidas por fin de semana, con tal de compartir con ellos la responsabilidad de llevar a vuestros hijos sanos y salvos a casa. La mañana después, intenta pasar un rato con tu adolescente para que te pueda contar anécdotas de la noche anterior. No le hagas un interrogatorio porque se resistirá. Y además tiene derecho a su intimidad. Pero adopta una postura dialogante y abierta, para que sepa que si quiere compartir alguna información contigo, lo puede hacer con total confianza.

Fuente: euroresidentes.com